El viento del Sahara

Todo empezó en la época en la que me ayudaron a huir, por aquel entonces buscaba cualquier pretexto para sacar mi genio; me volví un poco más rebelde de lo normal para la edad del pavo.

Pensaba que estaba en mi derecho de enfadarme con el mundo, y de juntarme con gente que lo pasaba en esos momentos igual de mal que yo.

En realidad, haciendo repaso de conciencia, debo de admitir que no se lo puse fácil a aquellos que intentaban ayudarme, no sé ni como les quedaban ganas viendo la forma en que le devolvía el favor.

Pues bien, allí me encontraba yo, de camino a casa, después de uno de esos días asquerosos en los que al llegar a casa no quieres hablar con nadie.

No sé si ella estaba ilusionada, supongo que si, pero después de dos semanas sin poderse levantar de la cama y con una hermana que no hacía más que darle disgustos su cara no era muy expresiva. Me estaba esperando para decírmelo, pero ni le deje hablar, lo único que hice fue darle voces y como resultado… ella se lo pensó mejor y decidió callar. Noté que había callado algo importante para ella, y sin modal ninguno la hice hablar.

A estas alturas, aun piensa que por aquel entonces no me hizo ilusión, la realidad es que desgraciadamente, en aquel momento su noticia me fue indiferente, ni me dolía, ni me importaba. Después de años juntas, tratándome como una hija (que creo que por suerte, sigue haciéndolo) lo normal hubiera sido dos reacciones, o celos, o mucha felicidad, pero no, no me importaba.

La mezcla de sus hormonas, con mi mal estar general, más el suyo propio, hizo que fueran 9 meses (o más, porque tardo un rato largo en salir) un tanto difíciles.

Era verano, toda la ciudad estaba naranja a cuenta del viento del Sahara que vino y viene cada año desde que nació. Intentaron no asustarme, en realidad no tenía miedo ninguno, pero siempre se han empeñado con que soy demasiado impresionable (que lo soy, pero no tanto).

En realidad, por mucho dolor que sufriera mi hermana esa noche, fue el mayor día de paz que he sentido en mi vida.

Como ya dije, tiempo atrás me fue indiferente, fui la última en conocerle, pero desde el momento en que tuve ese gusto, todo en mi cambio. Me prometí a mi misma que pese a mi juventud, cuidaría a ese ángel, igual que lo había hecho y hace su madre conmigo. También he de decir, que es difícil, porque es algo inquieto y digamos que mi paciencia siempre ha sido nula, pero aun así intento darle lo mejor de mí.

Desde entonces, todos los años, espero con ilusión el viento del Sahara, ese viento, que espero que nunca deje de venir a visitarme.

PD: El blog ya esta remodelado gracias a mi amor, que aun que le he exigido mucho lo ha dejado perfecto. Muchas gracias, ya sabes que te amo ¿No?.

Pd2: Sé que esto nunca lo leerá mi hermana, por ello lo escribo , si se diera el caso de que algún día lo leyeras, que sepas que sigo pensando que eres una sargento jaja. Pero gracias por todo.

En construcción

Me apetece innovar un poco, aun que todos sepamos que este blog tiene muy poca vida, ya es hora de ir renovandolo, esto es una pequeña advertencia porque empezare a hacer pruebas, y seguramente empeceis a ver cosas más extrañas de lo normal.
Un saludo.


Pd: Soy malisima con estas cosas, así que.. tardaré lo suyo.

Una pequeña traición.

En realidad últimamente no levanto mucho la cabeza. No sé si soy una niña consentida que llora cuando le quitan algo prestado, nunca voy a poder tener enteramente a mi padre, siempre la va a querer a ella.
Hoy mi hermana me decia, afrontalo, nos quiere, pero a ella más. ¿Tengo que afrontarlo? ¿Es justo?
Yo pensaba que tener un hijo era un regalo si en realidad querias tenerlos. Creo que si tuviera que tomarme en serio esa frase de mi hermana, no estaría aquí, estaría huyendo como siempre... .
Hay pocas cosas, que me hacen aferrarme a un sitio o a una persona, muy pocas pero una de ellas es su necesidad. El problema es que desde pequeña he tenido una dependencia sobrenatural hacia mi padre, papitis, o algo así y gracias a mi orgullo, nunca lo he podido ver hacer una de sus costumbres más típicas, arrastrarse sin tener culpa.
Sólo he afrontado que ella se quiere a ella misma más que nadie, pero no puedo afrontar que mi padre haga eso, porque todavía lo considero mi padre.
El caso es, que como bien he dicho, lo puedo llegar a dar todo por él, y si no lo hago.. me siento mal y vuelve mi insomnio; pero no todo es tan bonito, a veces no merece la pena ayudar, porque sabe lo mucho que le quiero... y aun así arriesgando todo lo que arriesgo, por un te quiero suyo, cambia a sus hijos aun que ella no le haya cuidado en su enfermedad. Le da igual ¿Se puede amar tanto? Eso no es amor, es dependencia.
Ayer paso, volvió a hacerlo, se humilló, delante mio, cuando supuestamente iba a superarlo ¿Cómo me tengo que sentir?

Tengo miedo

Diariamente, a todas horas. Me levanto, y siento que si me incorporo es porque alguien me obliga a ello. El resto del día es duro, no por el trabajo físico, sino por el ambiente. Me duele el estomago todo el día, esperando a que ella venga, abra la puerta y haga lo que siempre ha hecho; ahora soy mayor, pero sigo sintiendome igual de indefensa. Cuando disminuye el miedo, empieza la pena, esa pena que me hace tener un peso en todo el cuerpo, es todo cuando le veo a él, del que ya no sé si pensar si su enfermedad es física o mental; lo que siento con él, es mucho peor que el miedo, es pena, un poco de miedo, condimentado con un poco de enfado y una pizca de rencor... y todo producido por ella.
Siento que me estan matando poco a poco entre todos, ella me abre una herida, él la infecta y todos los demás dejan que me desangre porque yo no sé ponerme una tirita.
A veces, tengo pensamientos que me sorprenden a mi misma, quiero que se acabe todo, sea como sea. Quiero huir, porque el mínimo tiempo que paso aquí, es una pequeña tortura; pero no puedo, no debo, tengo que ser todo lo buena que no han sido conmigo con ellos.
Es la mejor venganza que se cometer, penoso.
Mientras tanto, me escusaré ya que muchos de vosotros, ya sabeis lo que voy a hacer y lo siento muchísimo, creerme que no quiero haceros daño, creerme. Pero ya no soy persona, solo un títere, ya no merece la pena. Así que por favor, dejarme huir conmigo misma un tiempo, lo necesito, ya sabeís que aun que no me veais mucho, estaré bien.

Pues:

-Platos
-Servilletas
-Rollos absorventes
-Suavizante de pelo
-Desodorante de Hombre
-Tiras para el bigote
-Abrelatas
-Vitroclen
-Revuelto de verduras
-Leche
-Galletas
-Zumo
-Calcetines

Menú del Sábado:
-Desayuno: Cafe con leche
-Comida: Macarrones con atún y huevo
-Cena: Puré de verduras.

Menú del Domingo:
-Desayuno: Cafe con leche y zumo si me apetece..
-Comida: Pollo guisado
-Cena: Pescado


Efectivamente, es la lista de la compra, y mi menú para el fin de semana. Todo programado para mi, y esta vez, por mi.

Eh! Hola, soy yo, la última mona ¿Me recuerdas?

Aquella que aun sigue mintiendo a su miedo, y diciendose que todavía importa a alguien, esa soy yo.
La que siempre esta en los malos momentos, y a la que no le dedican ni uno bueno.
La que no busca méritos, solo aprecio.
La que le da igual dejarlo todo, teniendo la esperanza que algun día alguien lo deje todo por ella.
No voy a mendigar más lo que me es merecido.



Pd: Valgo más que eso.

Un pasito para atrás

Vuelta a la rutina, y a veces se preguntan ¿Sewyn, por que no te gusta usar tu télefono movil? ¿Por qué no lo tienes siempre a tu lado?. Os ha pasado que, tener un móvil es un verdadero estorbo? El mio es una máquina de las malas noticias, ese es su mote. Entonces, es rídiculo, pero lo evito, y he aprendido a evitarlo mejor de lo que evito a las personas; el primer paso, fue darle un golpe contra la parez, desde entonces no suena, y claro, lo creais o no, eso me evitaba muchas malas noticias.
Las simples llamadas perdidas, perdidas quedaban, no tenian oportunidad ninguna para mi, pero hay algo, que no puedo evitar, los mensajes, y valla lata me dan.
Y aquí me tienes otra vez, en casa de mi "pobrecito papa" y de la "bruja de mamá", aguantando divorcios inesistentes, que por amor propio, espero que esta vez se cumplan.


Pd:Cápitulo uno de como perder a una hija: -No cumplir con tu palabra.

No he podido.

Así de claro y concreto, no hay mucho más que decir sobre ese tema, soy debil y me pierdo en todos los vicios, pero no me voy a sentir mal.
Si, soy un ser adicto a muchas malas cosas, pero... ¿Hoy en día hay algo bueno? Naturalmente, dirás: -Sí, deja de decir tonterias, claro que lo hay. Existen muy buenas cosas en la vida, solo tienes que buscarlas.-; Si vamos, el típico comentario optimista que no te crees ni tu, pero siempre queda bonito y da cierto toque culto (que hoy en día esta de moda).
Empiezo a pensar que el ser humano, es hipocondriaco por naturaleza, unos más, otros menos, pero es cierto, todos tenemos miedo a la muerte (y quien diga que no, por favor, haga el favor de jugar a la ruleta rusa). ¿Y por que digo esto? No teneís más que ver los miles de estudios, para averiguar que producto/alimento/habito reduce más la vida, puede producir cáncer o trastornos de conducta, que salen diariamente. No lo veo mal, porque como ya he dicho, hablo del ser humano en general y por muy extraña que pueda llegar a ser, me siento y sé que lo soy (humana), por tanto yo también tengo miedo a la muerte y a cualquier enfermedad grave; pero aun así, veo que últimamente, hasta las patatas pueden producir cancer y me parece exagerado desquitarse de cosas que la humanidad ha hecho toda la vida sin problemas.
Por todo esto, voy a iniciar (cuando me aburra), una recogida de firmas para que las advertencias solo sean advertencias, y no miedos, (Ej mal: Las patatas producen cáncer/Ej bien: Las patatas PUEDEN producir cáncer) que con suerte, no sólo reduciran los miedos humanos, sino que volveran a poner en funcionamiento palabras tan bonitas como; puede, quizás, a lo mejor.


Pd: Mis vicios no son tan malos al fin y al cabo, siguen siendo legales.
Pd2: Efectivamente, las patatas son mi comida favorita, por eso me duele tanto que hablen mal de ellas.

El tabaco

Que pena me da tener que depender de una barra pequeña, con hierva seca dentro, que huele fatal (Aun que después de tanto tiempo, que más da? Si ya no tengo ni olfato y de gusto.. poco me queda ya), que me deja afonica todas las mañanas, y que engaña mejor a mi cabeza de lo que yo nunca podre hacer.
Hace 8 años, me hacia gracia, hoy no.
Este es mi último fin de semana con tabaco, o eso me he dicho, ¿Seré capaz de cumplir al menos con esto?. Encontraré algun método?
Si no fumo 20 cigarros diarios, si mi humor es malo ya... intentaré no asesinar a nadie.

Solo existe el presente y el pasado

El presente que mal vivimos, o en el que mi caso nunca llega a convencerme, no sé si es que le pido demasiado a la vida, o no sé guiarla bien, o que no entiendo porque siempre se me acaban las fuerzas.
Y el pasado, que normalmente, a ninguno nos gusta recordar.
Y el futuro? Mi futuro no existe.