Vamos a intentarlo.

Estoy quitandome ciertas costumbres, desde hace poco tiempo, un ejemplo es escribir, otra relacionarme con mis amigos... y todo para no pensar.
Al principio el experimento daba sus frutos, estaba más relajada, y... más relajada, lo siento no encuentro más ventajas pero el relax me encanta. Sin embargo, ahora mismo, sigo sin relacionarme y haciendo la excepción de no escribir, y aun así me sigo sentando igual de mal.
Ahora ya directamente me levanto cansada, desayuno un zumo porque no me entra nada en el estomago y vuelta a la rutina.. me siento en el ordenador a no hacer nada, a no hablar con nadie y a crear día tras día un asco hacia esta rutina.
El día pasa asquerosamente rápido normalmente.., me da pena mi propia vida, y me siento una desgraciada, mi caracteristico amor propio se esta agotando. Pues ya no peino, no me da la gana, no suelo, odio mi pelo; me ducho por obligación, prefiero estar tirada en la cama o sentada en esta silla mirando la luz de la pantalla o incluso a veces reirme de la gente que cuenta sus vivencias con los vecinos en la calle.
Normalmente la solución estaria muy clara, sal a la calle, visita a tus amigos, .. si, eso seria si fuera normal, pero ahora mismo me da cierto miedo salir a la calle.
Bueno para que vamos a engañarnos siempre he sido muy casera, o hacia calor o hacia frio, pero esta vez es diferente, esta vez es un.. no estoy segura en ningun sitio; la casa se me cae encima y en la calle los edificios se desploman encima mio.. todo es tan gigante...
[Total que con todo esto os voy a hacer el favor y resumiros este pedazo de *aburrimiento sentimental* en: "no me encuentro muy animada ahora mismo y no sé que hacer"].
Hace poco estuve hablando con mi prima (hay cosas que no se pueden evitar), y llegamos a la conclusión que siempre llego yo sola, pero con la ayuda de alguien que quiero (que jode más ¿Sabes?), y es que vuelvo a huir pero esta vez, no tengo de qué, y por ello me siento así de mal.
Yo no me rio joder, esto empieza a ser frustante, llebo toda mi vida siendo una persona preocupantemente infeliz con todo tipo de depresiones y nunca con un estado ánimico decente, y no, no joder, no me lo solucionan ni las pastillas ni las charlas de etica que sueltan los pedantes que cobran por oir mierdas mentales, también conocidos como psicologos/psiquiatras (que me dan igual, son los dos la misma mierda).
Así que he vuelto a llegar a una conclusión, odio todo y me voy a pudrir siendo una infeliz (no digo sola, porque por suerte tengo una pareja estupenda a la que se lo puedo contagiar).

¡Ah, por cierto! Voy a ser tia de nuevo, y creo que por mucho empeño que he puesto, no he sido capaz de que mi hermana se tragara que estoy feliz con mi vida.

Vocabulario:

*aburrimiento sentimental*: mierda ñoña.

Sin ganas de nada

Por ahora, me ha ganado dos asaltos.
Puede que este sea el más doloroso de todos.



Amigos, perdonarme, pero ahora mismo no tengo ganas de nada, respetarme.

El coco

Hace poco que el coco se fué, cuando llebas toda la ida con un coco al lado, llega el momento en el que no te da tanto miedo pero cuando se va, es cuando realmente vuelves a sentir desconfianza de lo que puede llegar a hacer.
Realmente, coco, era más manejable a mi lado, fuera de mi vista le temo porque no sé que hará y no sé como puedo controlarlo.
En realidad, yo misma me deshice de mi coco, por eso no sé como afrontarlo, intento no buscalo de nuevo, no reemplazarlo con otro coco y ser realmente feliz.
No añoro a coco, solo que ahora sé, que si tenía miedo de él.